miércoles, 23 de diciembre de 2009

Una vida errante, de Yoshihiro Tatsumi, dedicada a dibujar

Una vida errante, de Yoshihiro Tatsumi, es la autobiografía de este gran autor, que a la vez permite comprender la evolución del manga en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial y el Japón de esos años. Es una obra que sabe dar pinceladas históricas y sobre la sociedad japonesa, y así comprender las influencias culturales, el cine o la llegada de la televisión.

Muchas cosas llaman la atención en las más de ochocientas páginas que ocupan la historia en dos volúmenes: La perseverancia del autor desde niño por dibujar, por llegar a los editores y ser parte de ese mundo donde la referencia era Tezuma. La intensidad del trabajo, la voluntad de innovar, la dificultad de nuevos proyectos editoriales...

Tatsumi es bastante discreto en cuanto a su vida personal y solo nos cuenta algún factor personal muy relevante, como la relación con su hermano o algún enamoramiento. Pero es incansable contándonos su propia evolución como dibujante y la del manga en general, los gustos de los lectores, la manera de leer, de ilustrar las portadas, de crear series..., y en particular de crear una corriente de manga, el Gegika, que se dirigió al público que ya se estaba haciendo adulto y necesitara historias nggras, de suspense o intriga...

Desde luego, Tatsumi demuestra que ser un maestro no es fruto de la casualidad, sino de un trabajo enorme, de la experimentación, de la perseverancia... Ahora comprendo mejor el estilo narrativo y la visión del mundo que destilan las recopilaciones que había leido hasta ahora de Tatsumi: La gran revelación, Venga las joyas, Infierno, todas ahora saldadas y encontrables al cuatro euros).

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